sábado, 5 de marzo de 2011

Colas para ver en acción a uno de los grandes tatuadores del mundo

Tienen prestigio, verlos trabajar despierta admiración, giran por el mundo dando conferencias y los que pueden, pagan en dólares para tatuarse con ellos. Son varias las razones para pensar que los tatuadores pueden ser considerados artistas. Hay que ver sino a Paul Booth, estrella principal de la 7° edición del Tattoo Show, una de las ferias más importantes para los tatuadores de Argentina y el resto de Sudamérica, que estará hasta este domingo en el Hotel Bauen.

Booth es uno de los mejores tatuadores del mundo, famoso por su estilo dark –hasta sus guantes de látex son negros–. Tatuó a rockeros de las bandas Pantera, Slipknot, Sepultura y Slayer, y viaja con su asistente Paola, una colombiana que le lleva la agenda y también le hace de traductora.
En la expo, le sacan fotos, hacen cola para verlo trabajar y es considerado como el Maradona del tattoo. Aunque para alguien nacido en Estados Unidos, el elogio no suena muy familiar. “¿Maradona? No conozco mucho de soccer”, dice este gigante vestido de negro y con tatuajes hasta en la cara. “Estoy pasándola bien en Argentina –dice mientras marca el antebrazo a Fabricio, un brasilero que vino desde Porto Alegre–. Vi que hay buenos tatuadores acá en Argentina, que pintan en estilo blanco y negro, como me gusta a mí”. Booth dio clínicas para los tatuadores locales (a mil pesos la clase) y también atenderá a algunos pocos clientes, que pagarán no menos de 500 dólares, dependiendo del tamaño y la complejidad del dibujo, por llevarse un “Booth” original marcado en la piel.
“Para mí esto no es un trabajo, es lo que más disfruto y lo que me gusta hacer”. ¿Tiene un pintor favorito?, pregunta Clarín . “Sí, Caravaggio es mi favorito”. ¿Le gustaría ser el Caravaggio del tatuaje entonces? “Ojalá algún día pueda llegar a eso. Con cada tatuaje que hago se aprende algo nuevo y uno va mejorando”, dice.
En los pasillos de la feria, el zumbido de las máquinas se mezcla con la música en vivo que suena desde el auditorio (habrá recitales de Tristemente Célebres hoy y Cabezones mañana, como números principales). Entre los asistentes, no queda mucha gente con la piel libre de dibujos. Un ejemplo de esto es el boxeador Gonzalo “Patón” Basile, ex campeón sudamericano, con más tatuajes que peleas ganadas.
La mayoría se hace dibujos, que pueden ocupar toda la espalda o la pantorrilla. También hay muchos tatuadores locales que aprovechan para atenderse con algún colega de prestigio (¿habrá tatuadores sin tatuajes?).
Y también los famosos locales, como Hernán Coretta, el que le puso color y onda a los desgarbados brazos de Marcelo Tinelli. Coretta es una suerte de celebridad en el mundo de los tatuadores, a tal punto que vende remeras con el nombre de su local, a $40. Como en el mundo de la moda, cuando un famoso elige a un tatuador, la cotización de éste aumenta inmediatamente. Casi como si fueran artistas.

COMO CUIDAR EL TATOO
Para que el tatuaje mantenga sus colores por más tiempo, es necesario protegerlo del sol permanentemente con un buen protector de un factor alto.
Para los que recién salen de la casa de tatuajes, resulta conveniente lavar el dibujo cada cuatro horas con agua y jabón y pasarle crema humectante (que no sea a base de petróleo, ni vaselina).
Evitar el exceso de crema, así como del sol y del agua salada o con cloro.
El tatuaje toma 4 semanas para cicatrizar. No es bueno sacarse las cáscaras y es mejor usar crema todo ese tiempo.
clarin.com

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