domingo, 10 de enero de 2010

Las mujeres engordan al casarse, incluso si no tienen hijos

Nicholas Bakalar
The New York Times
NUEVA YORK. Es bien sabido que las mujeres tienden a engordar luego de dar a luz. Pero ahora un estudio encontró evidencias de que, entre las mujeres sin hijos, las que viven con un compañero engordan más que aquellas que no lo tienen. Las diferencias, según los científicos, son notables.
Luego de considerar otras variables, el peso promedio adquirido durante diez años por una mujer de 70 kilos fue de diez kilos si tenía un hijo y una pareja; de casi siete kilos si tenía pareja, pero ningún hijo, y de cinco kilos si no tenía ni hijos ni pareja. El número de mujeres con hijos pero sin compañero fue demasiado pequeño como para extraer conclusiones estadísticamente significativas.
No hay razón para creer que tener un compañero pueda causar cambios metabólicos, por lo que entre las mujeres sin hijos y con pareja engordar estuvo casi con seguridad causado por la alteración de la conducta. Además se notó un continuo aumento de peso entre todas las mujeres a lo largo del estudio.
Esto no explica aún el mayor aumento de peso en mujeres que quedan embarazadas. La principal autora del estudio, Annette J. Dobson, profesora de bioestadísticas de la Universidad de Queensland, en Australia, sugirió que los cambios psicológicos podían ser la causa.
"Los cuerpos de las mujeres pueden adaptarse al aumento de peso asociado con tener hijos -afirmó la doctora Dobson-. Puede haber una adaptación metabólica que continúa luego del embarazo y que es difícil de revertir. Esta podría ser la explicación más coherente con nuestros descubrimientos, más que cualquier otra."
El estudio abarcó a más de 6000 mujeres australianas durante un período de diez años. Cada una de ellas completó periódicamente un informe con más de 300 preguntas sobre el peso, la altura, la edad, el nivel de educación, la actividad física, hábitos como el consumo de alcohol, los medicamentos y una amplia gama de temas relacionados con la salud.
Al término del estudio, publicado en la revista The American Journal of Preventive Medicine, más de la mitad de las mujeres habían ya obtenido un grado universitario, alrededor de tres cuartos tenía pareja y la mitad había tenido por lo menos un hijo. Casi todo el aumento de peso se había obtenido con el primer hijo, los nacimientos siguientes tuvieron poca influencia.
También se dio que al finalizar el período del estudio había menos fumadoras y bebedoras empedernidas que al comenzar, más mujeres que realizaban menos ejercicios y una mayor cantidad sin un empleo fijo.
Pero incluso luego de considerar todos estos factores y algunos más, las diferencias de peso entre las mujeres con hijos o sin ellos y entre las que tenían o no pareja permanecieron invariables. A pesar de las limitaciones del estudio, el peso lo informaban las interesadas, por ejemplo, y el grupo de prueba se redujo con el tiempo porque algunas abandonaron; otros expertos encontraron que los resultados eran valiosos.
"Es interesante y destaca algunos puntos importantes", dijo Maureen A. Murtaugh, profesora adjunta de epidemiología de la universidad de UTA, que ha publicado abundantemente sobre el aumento de peso en las mujeres. Quizá, sugirió, una vida social más activa puede ayudar a explicar por qué las mujeres con pareja engordan más.
"Pensemos en un restaurante -dijo la doctora Murtaugh-. Sirven la misma cantidad a un hombre de 1,80 metros que a mí, aunque mido 1,60 metros y peso 30 kilos menos."
El estudio incluyó sólo a mujeres, pero los investigadores citaron un estudio previo que mostraba un incremento de la obesidad en hombres que tenían hijos, lo que agregó más evidencia a favor de los factores sociales y de conducta como explicación del fenómeno.
La doctora Dobson afirmó que el descubrimiento del aumento de peso en todas las mujeres, ya sea con familia o no, era aun dato inquietante. "Es un tema de salud preocupante -agregó-. Casarse o mudarse con una pareja y tener un hijo son acontecimientos que disparan la tendencia a engordar."
"Desde el punto de vista de la prevención, se debe ver esos momentos como especiales y es cuando las mujeres deben ser particularmente cuidadosas."
Traducción de María Elena Rey
Los varones engordan aún más
Casarse engorda, y eso vale no sólo para las mujeres... Los varones aumentan aún más de peso que sus compañeras una vez que dejan atrás la soltería, tal como demuestra un estudio cuyos resultados fueron publicados en 2007 por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos.
Tras cinco años de estar en pareja, las mujeres habían subido, en promedio, unos doce kilos, mientras que los varones habían ganado quince.
¿Puede decirse que el matrimonio es un factor de riesgo para la obesidad y el sobrepeso? "De acuerdo con las diversas investigaciones realizadas sobre el tema, la respuesta es: ¡sí! -respondió la doctora Mónica Katz, médica nutricionista y directora del posgrado en nutrición de la Fundación Favaloro-. El casamiento, al igual que el embarazo o el posparto para las mujeres, es para muchos el puntapié inicial de la espiral metabólico-conductual que es la obesidad. Y una vez iniciada es difícil detenerla."
Son muchas las razones que explican el poder engordante del matrimonio: "Menor incentivo para cuidarse, menor tiempo para actividad física, se cocina para complacer al otro, se sale más a comer afuera -enumera Katz-. Además, comer en compañía incrementa la porción final de comida, y el número de comensales se relaciona con el volumen de comida".
Otro estudio, en este caso realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard, Estados Unidos, se basó en el seguimiento durante 32 años de unas 12.000 personas. Uno de los resultados más significativos fue que estar casado con una persona obesa incrementa un 37% el riesgo de volverse obeso.
De todas formas, agrega la especialista, "es importante recordar que la gente crece y envejece y gana peso «naturalmente» en este medio ambiente tóxico actual. Con la edad no sólo desciende el metabolismo, sino que además se pierde masa muscular y hay más síndrome de inactividad física. Entonces uno se pregunta: ¿será sólo el casamiento o la pareja, o será que la edad es cruel y es mucha?".
Sebastián A. Ríos
lanacion.com

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