sábado, 16 de enero de 2010

Estrategias que previenen infecciones

Pam Belluck
The New York Times
NUEVA YORK.- Cientos de miles de pacientes cada año sufren infecciones después de una cirugía y, según los expertos, más de la mitad de esas infecciones se deben a bacterias en la nariz y la piel de los pacientes. Esas bacterias, que de otro modo serían inofensivas, pueden ingresar en el cuerpo por las incisiones quirúrgicas y causar infecciones que demandan tratamientos costosos, son de lenta recuperación y hasta pueden causar la muerte.
Dos estudios nuevos sugieren formas relativamente sencillas en las que los hospitales pueden prevenir muchas infecciones si eliminan aquellas bacterias antes de las cirugías y con métodos que los hospitales no suelen utilizar. "Esto será de gran ayuda para los responsables del control de las infecciones", opinó la enfermera Marcia Patrick, de la Asociación de Profesionales de Control de Infecciones y Epidemiología de los Estados Unidos, que no participó en las investigaciones.
Ambos estudios, publicados en The New England Journal of Medicine , examinaron infecciones que aparecen en el sitio operado, habitualmente alrededor de la incisión. Mientras muchos expertos tratan de detener las infecciones adquiridas en los hospitales con estrategias que incluyen el lavado de manos de médicos y enfermeras, los nuevos estudios se centran en las bacterias que ingresan los pacientes, en especial el Staphylococcus aureus .
"Cerca de un tercio de las personas portan esa bacteria en la nariz y en la piel -dijo uno de los autores, doctor Henri Verbrugh, profesor de microbiología médica del Centro Médico de la Universidad Erasmus de Holanda-. No les causan problema, pero si se abre la piel son proclives a la invasión y a la infección."
El equipo de Verbrugh les hizo hisopados nasales a sus pacientes y trató a 500 portadores del S. aureus con una pomada antibiótica durante cinco días. Además, les indicaron baños con un jabón que contenía un antiséptico (clorhexidina).
Después de la cirugía, los pacientes tratados con esas medidas preventivas fueron un 60% menos propensos a tener infecciones que los que recibieron pomadas y baños con placebos. Se incluyó sólo a pacientes cuyas cirugías requerían por lo menos 5 días de hospitalización.
El doctor Richard Wenzel, experto en enfermedades infecciosas, que escribió un editorial sobre el estudio, recomendaría esa estrategia para cirugías graves, como las cardíacas, un reemplazo articular o en pacientes con problemas inmunológicos.

Cambio de hábitos
Wenzel opinó que el método usado en el segundo estudio debería aplicarse a todas las cirugías. El estudio, realizado en seis hospitales de los Estados Unidos, comparó el desinfectante cutáneo que los hospitales usan el 75% de las veces con otro producto.
Los autores hallaron que los pacientes en los que se utilizó el desinfectante estándar (povidona iodo) fueron significativamente más propensos a desarrollar infecciones. Los que fueron higienizados con el desinfectante alternativo (clorhexidina-alcohol) tuvieron un 40% menos infecciones y un 50% menos de infecciones por S. aureus .
Uno de los autores, el doctor Rabin Darouiche, profesor de medicina de Houston, dijo que los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos habían recomendado hace diez años ese antiséptico para limpiar los catéteres. En tanto, la enfermera Patrick sostuvo que la mayoría de los hospitales usan una solución de iodo solamente porque "siempre lo hicieron así".

lanacion.com

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