domingo, 22 de noviembre de 2009

Próxima meta: tener 120 años, pero con la vitalidad de los 50

Que muchos más lleguen a cumplir 100 años, pero con un cuerpo de 50 años. ¿Sueño demasiado optimista? Al menos, ésa es la meta que tienen los científicos que se esfuerzan por estirar como nunca la cantidad de años de vida de la gente, pero conservando su calidad.
"Nuestro trabajo está guiado por el concepto de '50 años más después de los 50'. Esto significa, hacer que nuestros segundos cincuenta años de vida sean tan sanos, confortables y activos como los primeros", explica el profesor John Fisher, de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, que recibió 11 millones de libras recientemente (casi 70 millones de pesos) para trabajar en regeneración de tejidos y articulaciones artificiales.
Este investigador es uno de los muchos que están probando herramientas potenciales para prolongar la vida humana. En su caso, apuesta a conseguir mejores prótesis de cadera, una parte del cuerpo que más se ve afectada con la edad. Y también trabaja con su equipo en "andamios" biológicos para los problemas de rodillas, manos y arterias. Esos "andamios" se construyen a partir de ciertos materiales y de células de los propios pacientes. También piensan en mejores válvulas para el corazón y arterias, con menor riesgo de infección y falla, y dientes fabricados a partir de la nanotecnología.
Otra opción son las terapias con células madre. "Hoy sólo son una promesa. Se están experimentando para tratar problemas del corazón, diabetes, enfermedades hereditarias y del sistema nervioso como el mal de Parkinson", dijo a Clarín el investigador del Conicet y del Instituto Leloir, Fernando Pitossi. "Si alguna clínica u hospital hoy ofrece alguna terapia con células madre, la gente debería ser cautelosa antes de someterse a alguna práctica. Antes, debe averiguar si la institución tiene aprobación del Incucai y debe ser gratuita. La única terapia que ya está siendo usada desde hace años es la de células de la médula ósea para enfermedades de la sangre".
Para Pitossi, se necesitará más de una década para sortear las dificultades que hoy enfrenta el desarrollo de este tipo de terapias: "Todavía falta saber dónde van las células madre adultas cuando se inyectan y cómo interactúan con el organismo", mencionó. Todos apuestan a que la gente viva más y mejor. Pero aún quedan las respuestas básicas por resolver. "Estamos haciendo una revolución sobre el envejecimiento. Ahora conocemos mecanismos moleculares que son comunes a varias especies -desde los gusanos, pasando por las moscas, hasta los seres humanos- que se encargan de la longevidad de los organismos", contó el argentino Javier Apfeld, científico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. Este científico se dedica a experimentar con el gusano Caenorhabditis elegans. Este organismo mide tan solo un milímetro de longitud y es uno de los favoritos para los que estudian el envejecimiento: es muy simple y de muy fácil mantenimiento en el laboratorio. Apfeld reconoce, sin embargo, que todavía no se sabe bien por qué se envejece.
"Hay varias hipótesis, y eso habla de lo poco que sabemos aún", sostuvo Apfeld. Hay dos grupos de hipótesis que intentan explicar el envejecimiento. Unas se basan en que el organismo sigue una especie de organigrama biológico con tiempo limitado. Otras hipótesis, llamadas del "error", postulan que ciertos "asaltos" ambientales (como los radicales libres) hacen que células y órganos se vayan dañando hasta frenar su funcionamiento y causar la muerte.
Con estas hipótesis por detrás, se llevan adelante los diferentes estudios: se testea la acción de los antioxidantes como un camino para evitar el daño que los radicales libres producen sobre las células (asociado a enfermedades como cáncer y mal de Alzheimer). Otra posibilidad en estudio es la enzima telomerasa, que podría llegar a usarse en fármacos rejuvenecedores. Se investiga, además, la restricción de calorías (consiste en una ingesta controlada de comida, que puede ser riesgosa y todavía está en experimentación) y la melatonina, una hormona que produce el mismo cuerpo, pero que podría darse como suplemento para desacelerar el envejecimiento. Contra los males del cerebro en particular, se buscan varias alternativas. "Para combatir los daños de los ataques cerebrovasculares -cuenta el neurólogo Conrado Estol-, se están desarrollando dispositivos que funcionan como un sacacorcho que extrae los coágulos en el cerebro. También se buscan fármacos nuevos para dar a los pacientes durante las primeras horas de los ataques cerebrovasculares. En la actualidad, mueren 7 millones de personas en el mundo por esas enfermedades".
Aunque se esperan buenos resultados de las investigaciones en curso en diferentes laboratorios del mundo, el doctor Estol resaltó que "la gente debe apostar a la prevención: el 80 por ciento de los ataques cerebrovasculares se pueden prevenir si no se fuma, se hace actividad física y se sigue una alimentación saludable". Y agregó: "No nos engañemos pensando en el futuro. Hoy podemos hacer una inversión importante con simples acciones, como dejar el cigarrillo y tomarnos la presión arterial".
Hay mucho para hacer tanto a nivel individual como a nivel comunitario. La cuestión no es sólo agregar años a la vida sino también calidad, dijo a Clarín Richard Suzman, director de investigación social y comportamiento, del Instituto Nacional de Envejecimiento de los Estados Unidos. "Se necesita sumar años libres de discapacidad, más los ahorros y las finanzas para pagar la expectativa de vida aumentada", señaló. Para este científico, las claves para estirar hoy la vida son: "Una buena nutrición materna e infantil, vacunaciones adecuadas, una educación extendida, un sistema de salud sólido, no fumar, hacer actividad física y evitar el sobrepeso y la obesidad". "La innovación tecnológica en la medicina permitió que la gente viva más. Por ejemplo, más personas que sufren infartos sobreviven. Pero si queremos llegar a los 120 años, los países deberían tener programas específicos sobre envejecimiento, incluyendo la inversión en investigación y la salud mental", opinó Suzman. En este punto, los especialistas consultados resaltaron el rol de los tomadores de decisión política, desde los intendentes hasta los presidentes. Porque ya hay mucha evidencia sobre cambios urbanos que deberían realizarse hoy. "Las ciudades deberán adaptarse para alojar a más personas mayores y para prevenir un envejecimiento saludable.
En Buenos Aires, casi no se puede correr por las calles. Ni se puede andar bien en bicicleta", dijo a Clarín Alberto Palloni, investigador en demografía de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, y chileno de nacimiento, quien ha visitado la capital argentina en varias oportunidades. "Las autoridades deberían poner en marcha más acciones continuas para que la gente viva más saludablemente. No se trata sólo de tomar acciones individuales". Aunque mucho se dice, poco se promueve la buena alimentación, basada en el consumo de más frutas y verduras y menos carnes rojas de manera sostenida.
"Hay que sufrir menos estrés y alentar la meditación, que está comprobado que ayuda mucho para mejorar la calidad de vida", agregó Palloni.
"El gran desafío es cómo hacer para que se adopten las recomendaciones que ya sabemos que son efectivas -reconoció Palloni-, si la gente tiene que ir a tres trabajos y viajar 3 horas por día. En esas condiciones económicas, se hace difícil seguir hábitos saludables".


Claves
Lo que se estudia: La posibilidad de superar la barrera de los 100 años en buen estado.
Dónde se investiga: En Estados Unidos y en Europa.
En Argentina: En el Instituto Leloir y otros institutos del Conicet.
Todo sea para preservar las habilidades
Destreza cognitiva
Ejercitar el cerebro ayuda a luchar contra el deterioro cognitivo. Una investigación sugiere que navegar por Internet también serviría para preservar habilidades mentales al envejecer. En la Universidad de California, en Estados Unidos, probaron que los adultos mayores que comienzan a usar la Web experimentan a los pocos días una mejor función cerebral. Hacer crucigramas también ayuda. Buscan más opciones beneficiosas.
Beneficios que mejoran la calidad de vida
Actividad física
El ejercicio físico activa zonas cerebrales y, en combinación con acciones musculares y reacciones fisiológicas, produce un aumento de flujo sanguíneo. También mejora la respiración, el ritmo cardíaco y ayuda a ejercer un control del sistema sensorial y propioceptivo para generar equilibrio. Sus beneficios son tan amplios que todavía se investigan para saber más detalles que ayuden a mejorar algunos síntomas de la vejez.
Los ritmos alterados, un grave riesgo
HormonasCon los años, se produce una alteración en el ritmo de producción de las hormonas. Su delicada armonía se ve afectada, por ejemplo, en el caso de la melatonina, que es vital para lograr un sueño reparador. Se sabe que, con el envejecimiento, la secreción de melatonina disminuye aproximadamente un 50 por ciento. Esas variaciones, en general, provocan un mayor riesgo de sufrir arritmias o infartos de miocardio.
En animales, las dietas estrictas alargan la vida
Restricción calóricaHace 60 años, en la Universidad de Cornell, se sometió a ratas a una dieta muy baja en calorías, y se observó un aumento de un 33 por ciento en su límite de vida. Luego vieron que las ratas mantenidas con dietas hipocalóricas extendían su juventud y sufrían menos enfermedades. Desde entonces, y pese a que es un punto polémico, en varios lugares intentan averiguar los efectos que esas dietas restrictivas podrían tener en los humanos.
La batalla para eliminar lo tóxico a nivel celular

Los radicales libres son átomos o moléculas con un electrón desapareado o libre. Son altamente inestables y reactivos: tienen una gran avidez por recuperar ese electrón uniéndose con otras moléculas distintas, alterándolas o destruyéndolas. Son muy peligrosos porque pueden unirse tanto a lípidos, afectando las membranas de las células, como a la proteínas, incluso al ADN, provocando mutaciones. Una de las teorías del envejecimiento los postula como responsables del deterioro a nivel celular. La ciencia los estudia para hallar nuevas claves que atenúen su acción. Por ahora se sabe que alimentos antioxidantes, como frutillas, ajo, kiwi, ajíes, té verde, lentejas o el aceite de oliva, ayudan a eliminarlos.
Los radicales libres son elementos peligrosos porque pueden unirse tanto a lípidos, afectando las membranas de las células, como a la proteínas, incluso al ADN, provocando mutaciones. Una de las teorías del envejecimiento los señala como responsables del deterioro celular. Se sabe que alimentos antioxidantes (frutillas, ajo, kiwi, té verde y lentejas, entre otros) ayudan a eliminarlos. Pero se buscan más claves.
Un delicado equilibrio, en la mira
PHEl envejecimiento también es provocado por la acumulación de desechos ácidos. Para sobrevivir, el cuerpo debe mantener un pH (medida que evalúa acidez o alcalinidad) ligeramente alcalino. Las células producen desechos ácidos en forma continua, pero los fluidos logran mantenerse alcalinos. Ese delicado equilibrio es vital. Por eso se lo estudia.
Sentirse estresado agrega años
Estrés/meditación
Un estudio publicado en la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos sugiere que la percepción de estar estresado puede agregar años a la edad biológica de una persona. Pese a que los médicos relacionaron el estrés psicológico con una función inmunológica débil y mayor riesgo de contraer infecciones, aún intentan saber por qué eso daña los tejidos. Algo positivo: la meditación ayuda a aliviar esa sensación de estrés.
Opinión
Benjamin Caballero Universidad Johns HopkinsLa duración máxima de la vida humana se ha mantenido bastante constante desde mediados del siglo XIX, entre 110 y 120 años. Las poblaciones con más larga vida se concentran en ciertas áreas del planeta llamadas "zonas azules", como por ejemplo Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Nicoya (Costa Rica) e Ikaria (Grecia). Estas poblaciones tienen en común el tener un cierto grado de aislamiento, actividad física regular y amplia interacción social sostenida hasta edad avanzada. En la mayoría de los casos, la dieta incluye cantidades altas de vegetales y pescado. En cambio, la expectativa de vida, que es el tiempo promedio que un individuo puede esperar vivir, ha ido aumentando aunque con desigualdades enormes. Mientras que en los países industrializados ha ido creciendo casi linealmente desde hace más de 100 años, se ha reducido en varios países en desarrollo, bajo el azote del sida, la malaria y otras enfermedades transmisibles.
Preguntas y respuestas
¿Cuáles son los hábitos que ayudan a vivir más?
Según el Instituto del Envejecimiento y Salud, de la universidad de Newcastle, en Inglaterra, las principales recomendaciones son cinco.
No fumar: el cigarrillo acelera el daño celular.
Comer saludablemente: sumar frutas y vegetales porque el exceso de azúcares y grasas saturadas predispone a la diabetes.
Hacer ejercicio: la actividad física, al menos 30 minutos por día, ayuda a retrasar el desarrollo de enfermedades.
Ser positivo: imponerse desafíos y tener proyectos.
Mantener una red de amigos: evitar la soledad y el aislamiento, factores que pueden predisponer a sufrir cuadros depresivos.
¿Qué grupo etario de la población aumenta más rápido? Estudios de la Organización Mundial de la Salud indican que, en los países de medianos y altos ingresos, el segmento de la población que está creciendo más rápido es el de personas mayores de 85 años. En 2000 había 600 millones de personas de 60 años o más. En 2025 habrá 1.200 millones de adultos mayores; y para 2050, 2.000 millones. De esa cantidad, aproximadamente 190 millones vivirán en países de América latina.
clarin.com

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